¿Nos estamos volviendo más "brutos"? La bronca, la ignorancia y la violencia que vemos cada vez más

¿Estamos perdiendo la capacidad de pensar y entendernos? Expertos alertan sobre un preocupante "embrutecimiento" de la sociedad, donde la ignorancia se celebra, la bronca es la norma y la violencia acecha.

DE NUESTRA REDACCIÓN15/05/2025NeuquenNewsNeuquenNews
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¿Alguna vez sentiste que la gente se enoja más fácil? ¿Que a veces parece que no importa informarse bien antes de opinar? ¿O que la violencia se está volviendo algo "normal"? Si la respuesta es sí, no estás solo. Muchos expertos están preocupados por lo que llaman el "embrutecimiento" de la sociedad. Es como si nos estuviéramos volviendo menos capaces de pensar con claridad, de entender al que piensa diferente y de resolver nuestros problemas sin violencia.

¿Qué significa eso de "embrutecimiento"?

Imaginá que antes la sociedad era como una biblioteca llena de libros complejos y gente discutiendo ideas con respeto. Ahora, parece que esa biblioteca se está llenando de carteles con frases simples y gente gritándose sin escucharse. Eso es un poco la idea del embrutecimiento.

La ignorancia "cool": Antes, saber mucho era algo bueno. Hoy, a veces parece que no saber nada y encima estar orgulloso de eso está de moda. Se burla del que estudia o del que piensa mucho las cosas. Es como si la simpleza y la falta de información fueran algo positivo.

Pensar poco y creer mucho: En lugar de buscar información confiable y pensar por nosotros mismos, muchas veces nos quedamos con lo primero que escuchamos o con lo que dice la gente que piensa como nosotros. No nos preguntamos si es verdad, solo lo compartimos si nos gusta.

La bronca como respuesta: Cuando no estamos de acuerdo con algo, en lugar de hablar y tratar de entender al otro, muchas veces la primera reacción es enojarse, insultar o incluso ser violentos. Parece que la paciencia y la calma se están agotando.

¿Por qué nos pasa esto?

No hay una sola razón, pero algunos expertos señalan algunas pistas:

  • Las redes sociales: Aunque nos conectan con mucha gente, también pueden encerrarnos en "burbujas" donde solo vemos opiniones parecidas a las nuestras. Además, la velocidad y la cantidad de información a veces nos impiden pensar profundamente.
  • La política "de gritos": Muchos políticos y figuras públicas usan la confrontación y el insulto en lugar del debate serio. Esto puede hacer que la gente piense que esa es la forma normal de discutir.
  • La falta de oportunidades: Cuando la gente está frustrada por problemas económicos o falta de futuro, la bronca y la violencia pueden parecer una salida o una forma de desahogo.
  • El miedo al diferente: A veces, lo que no conocemos nos da miedo, y ese miedo puede transformarse en odio hacia las personas o grupos diferentes a nosotros.

¿Volviendo a las tribus violentas?

Es una pregunta fuerte. No estamos viviendo en cuevas ni cazando con lanzas, pero algunos ven parecidos con las sociedades tribales:

"Mi grupo es lo mejor": En las tribus, la lealtad al propio grupo era lo más importante, y los de afuera eran vistos con desconfianza. Hoy, vemos algo parecido con los que piensan diferente en política, los que tienen otra nacionalidad o los que tienen otras costumbres.

La violencia como solución: En algunas tribus, los problemas se resolvían con la fuerza. Hoy, vemos un aumento de la violencia en las calles, en las redes sociales y hasta en las discusiones familiares.

Pero ojo, no todo es igual. Tenemos leyes, instituciones y muchas personas que trabajan por la paz y la razón. La educación, el diálogo y el respeto por los derechos humanos son herramientas poderosas para frenar este "embrutecimiento".

¿Qué podemos hacer?

La buena noticia es que no estamos perdidos. Podemos hacer cosas para cambiar esta tendencia:

  • Informarnos bien: Buscar diferentes fuentes, leer más allá del título y tratar de entender los temas a fondo.
  • Pensar antes de reaccionar: No dejarnos llevar por la primera emoción. Intentar entender por qué el otro piensa diferente.
  • Hablar con respeto: Aunque no estemos de acuerdo, podemos expresar nuestras ideas sin insultar ni agredir.
  • Enseñar a los más jóvenes: Fomentar el pensamiento crítico, la curiosidad y el respeto por los demás desde la escuela y la familia.
  • Valorar la cultura y el conocimiento: Apoyar la educación, el arte, la ciencia y todo aquello que nos ayuda a entender el mundo de manera más profunda.

El futuro no está escrito. Depende de nosotros si queremos una sociedad más "bruta" y violenta, o una donde la razón, el respeto y la búsqueda de conocimiento sean los caminos a seguir. La decisión es nuestra.

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