TW_CIBERDELITO_1100x100

Cuando el odio se disfraza de bandera política: el mensaje que desnuda a la diputada Márquez

La diputada nacional por Neuquén, Nadia Márquez, volvió a hacer lo que mejor sabe: sembrar odio y disfrazarlo de virtud. Y no fue siquiera una frase propia. Repitió, palabra más palabra menos, una frase del mismísimo presidente de la Nación, Javier Milei

POLÍTICA16/07/2025NeuquenNewsNeuquenNews
Nadia odio

La diputada nacional por Neuquén, Nadia Márquez, publicó en su cuenta de X una frase inquietante por su contenido, por su momento, y por el rol institucional desde el cual fue pronunciada:

“No odiamos lo suficiente a los periodistas”.

No es la primera vez que estas palabras se escuchan. Las dijo hace poco el presidente de la Nación, Javier Milei, y ahora se replican desde su fuerza política con un énfasis que deja poco margen para la duda: no es un exabrupto aislado, es una línea de conducta.

El mensaje de Márquez llegó apenas minutos después de que el frente político La Neuquinidad, que encabeza el gobernador Rolando Figueroa, anunciara como candidata a diputada nacional a la periodista Karina Maureira, profesional de extensa trayectoria en medios de Neuquén. La coincidencia no puede ser interpretada como casual. El mensaje fue una reacción política y personal, envuelta en cinismo y disfrazada de libertad.

¿Quién es Nadia Márquez?

Nadia Márquez llegó al Congreso como representante de La Libertad Avanza, pero su trayectoria pública no comienza ahí. Antes de ocupar una banca, se desempeñó como pastora evangélica en la iglesia “Jesús es Rey”. Fue en esa condición que fue procesada por estafa y luego accedió a una probation para evitar la condena penal, bajo el compromiso de realizar tareas comunitarias.

Fue concejal de la ciudad de Neuquén, y hoy integra la Cámara de Diputados de la Nación. En todas sus funciones públicas se presenta como Cristiana, Madre y Esposa, Abogada, ProVida y Pastora. Sin embargo, su reciente mensaje no hace más que traicionar cada uno de los valores que dice encarnar.

Porque nadie que invoque el nombre de Cristo puede alentar el odio como camino. Nadie que diga defender la vida puede usar el desprecio como arma. Nadie que se autoproclame servidora pública puede incitar al hostigamiento de un sector clave en cualquier república: el periodismo libre.

La banalidad del odio

Hay una frase de Umberto Eco que merece ser recordada:

“El fascismo no está definido por la ideología, sino por el culto a la acción por la acción, el rechazo de la crítica y el miedo a la diferencia.”

Lo que Márquez y Milei impulsan no es una posición política, es una reacción visceral desde la mediocridad, al disenso, al cuestionamiento, a la exposición de los propios límites e incoherencias. 

El odio es el refugio de los que no toleran la diferencia.

Hannah Arendt señalaba que, el totalitarismo no necesita una ideología robusta ni un pueblo sumiso, solo necesita deshumanizar al otro y convertirlo en enemigo. Y eso es exactamente lo que se intenta hacer con los periodistas en estos mensajes: convertirlos en un blanco legitimado para el escarnio y la hostilidad.

El periodismo molesta, claro. Y debe hacerlo.

Lo que estamos viendo no es simplemente una preferencia de comunicación del presidente o de su entorno. Es una modalidad profundamente antidemocrática, con la que a veces se tienta el poder, consistente en reducir el debate público a un monólogo cuidadosamente editado, donde sólo se permite hablar a quienes reafirman el discurso oficial. 

El uso del odio como herramienta política se complementa con la creación de un ecosistema mediático dócil, controlado, donde las preguntas incómodas están prohibidas y las voces críticas son silenciadas o demonizadas.

Este método no es nuevo. Ha sido utilizado en regímenes de diversos signos ideológicos, pero siempre con el mismo objetivo: eliminar al periodismo como contrapoder y convertirlo en correa de transmisión del relato dominante y a veces hegemónico. No se trata entonces de una estrategia de comunicación, sino de un proyecto de poder que busca debilitar los cimientos de la vida democrática.

El periodismo, debe ser libre, debe ser honesto y debe incomodar. Y está bien que así sea. Su función no es agradar al poder, sino vigilarlo, preguntarle, desnudar sus contradicciones. En una república, los periodistas son parte del pueblo, no sus enemigos.

Lo que Márquez propone -al igual que el presidente y el poder en general- es una democracia sin preguntas, una libertad sin responsabilidad, una idea de república donde sólo hablen los que aplauden.

Pero eso no es libertad. Eso es miedo. Y el miedo, cuando gobierna, necesita del odio para sostenerse.

El silencio también daña

Frente a este tipo de expresiones, el silencio institucional no es neutral: es cómplice. Callar ante una incitación pública al odio contra los periodistas es abrir la puerta a algo mucho más peligroso: la legitimación del abuso desde el poder.

Es tiempo de que los actores políticos, sociales y religiosos de Neuquén se pronuncien con claridad. No por simpatía personal con nadie, sino por convicción democrática. Porque una sociedad que naturaliza el odio se degrada a sí misma.

Odiar a los periodistas no es parte de ninguna fe, ni de ningún plan de gobierno serio. Es, simplemente, el síntoma de un poder que no tolera ser observado. Una confesión de fracaso como gobierno.
Y un poder que no admite la mirada crítica del otro, está más cerca del autoritarismo que de la república.

 

Te puede interesar
568664225_833439995872850_6586574464640467939_n

La Libertad Avanza se impuso en Neuquén y a nivel nacional: Milei capitalizó el miedo al desmadre económico y Figueroa enfrentó un plebiscito interno

Adrián Giannetti
POLÍTICA27/10/2025

Con el respaldo del salvataje financiero de Estados Unidos y el temor a un desmadre económico si perdía, Javier Milei logró transformar la incertidumbre en votos y consolidó su mayoría legislativa. En Neuquén, La Libertad Avanza también se impuso, mientras La Neuquinidad retuvo una banca tras una campaña signada por el uso de la estructura estatal y lealtades forzadas, en lo que muchos interpretan como un plebiscito a la gestión de Rolando Figueroa.

descarga-_8_

La Justicia Electoral intimó a Rolando Figueroa a cesar actos de campaña por una conferencia en plena jornada electoral

NeuquenNews
POLÍTICA26/10/2025

El Juzgado Federal N° 1 con competencia electoral en Neuquén certificó que, cerca del mediodía de este domingo 26 de octubre, el gobernador Rolando Figueroa brindó una conferencia de prensa con distintivos de la alianza La Neuquinidad y con mensajes instando a votar a sus candidatos. La jueza María Carolina Pandolfi ordenó el cese inmediato bajo apercibimiento del artículo 239 del Código Penal; recordó que la campaña había finalizado el viernes 24 a las 8:00.

251025franklinbenjamindolartemesg-2125305

Milei gastó más de 7.400 millones de dólares para sostener el dólar antes de las elecciones

Neuquén Noticias
POLÍTICA26/10/2025

Las elecciones legislativas del domingo llegan con un costo histórico: el Gobierno utilizó una cifra que podría trepar a US$ 8.400 millones con el aporte del Tesoro de EE.UU. –para contener al dólar en los dos meses previos al comicio–. Según el Banco Provincia, se trata del cuarto mayor episodio de ventas desde 2003. En paralelo, un informe del J.P. Morgan advierte que los mercados descuentan un resultado adverso para los libertarios, aunque algunas acciones locales aún ofrecen margen de recuperación si el oficialismo logra evitar una derrota contundente.

Lo más visto
568664225_833439995872850_6586574464640467939_n

La Libertad Avanza se impuso en Neuquén y a nivel nacional: Milei capitalizó el miedo al desmadre económico y Figueroa enfrentó un plebiscito interno

Adrián Giannetti
POLÍTICA27/10/2025

Con el respaldo del salvataje financiero de Estados Unidos y el temor a un desmadre económico si perdía, Javier Milei logró transformar la incertidumbre en votos y consolidó su mayoría legislativa. En Neuquén, La Libertad Avanza también se impuso, mientras La Neuquinidad retuvo una banca tras una campaña signada por el uso de la estructura estatal y lealtades forzadas, en lo que muchos interpretan como un plebiscito a la gestión de Rolando Figueroa.