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Un estudiante neuquino quiere revolucionar los semáforos con inteligencia artificial

Para su trabajo final de Ingeniería Electrónica, propuso evitar darle luz verde a las calles que no tienen autos o peatones esperando

ACTUALIDAD10/07/2023Neuquén NoticiasNeuquén Noticias
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Esteban Alsogaray, estudiante de la UTN

 Los tiempos muertos en los semáforos provocan más que un dolor de cabeza para los automovilistas. Con la idea de evitar esas esperas eternas ante la luz roja, un estudiante neuquino propuso crear un sistema que dinamiza el tránsito con inteligencia artificial y, con este proyecto, se graduó como ingeniero electrónico en la Universidad Tecnológica Nacional (UTN).
 
El joven Esteban Alzogaray decidió buscar un problema concreto para abordar en su trabajo final de la carrera de Ingeniería Electrónica. Después de varias entrevistas con el profesor de la cátedra, se inspiró en un obstáculo cotidiano que veía cada vez que manejaba en Cutral Co, su ciudad natal.
"Yo tenía claro que quería hacer un proyecto más allá de la materia y por eso buscaba un problema real en la sociedad", dijo el joven graduado, que terminó sus estudios el año pasado tras presentar este trabajo final. "Al circular por la vía pública te das cuenta del problema: es frustrante estar en un semáforo esperando a nadie", declaró.

Y lo explicó con más detalles: en las ciudades con poca circulación de vehículos o peatones, hay semáforos que le dan luz verde a una calle en la que no hay autos ni caminantes esperando para cruzar, mientras que otros conductores esperan en vano por una luz que les habilite a seguir su camino.

Como en la UTN le exigían complementar su propuesta tecnológica con un marco teórico, Esteban comenzó a investigar y descubrió que las luces verdes para filas de autos que no existen provoca más inconvenientes que la frustración del conductor. "Es más grande que una pérdida de tiempo", dijo.

Aseguró que las esperas sin sentido se traducen, también, en un problema económico y ambiental. Por un lado, se incrementan los gastos de logística para los que hacen traslados de mercadería o que deben hacer viajes específicos por temas laborales. Además, implica un aumento de la contaminación a partir de las emisiones de dióxido de carbono (CO2) de los motores que siguen en marcha a la espera de una luz que los habilite a cruzar.

Una vez que Esteban obtuvo el visto bueno por parte de la cátedra de Trabajo Final, avanzó con la creación de un proyecto que busca sumar inteligencia artificial a la coordinación de los semáforos. De esta manera, propone instalar cámaras con un software que analice el flujo vehicular en vivo y cambie las luces cuando no hay peatones ni conductores esperando para cruzar.

 ¿Cómo funciona? El estudiante propone sumar un microcontrolador que monitorea el registro de tres cámaras de vigilancia. El algoritmo detecta la presencia de vehículos en cada carril y, cuando comprueba que ya no hay autos esperando en el carril con luz verde, cambia la luz para habilitar el paso en el siguiente carril. A su vez, cuando detecta que no hay vehículos esperando, también le da prioridad a los peatones que van a cruzar.

El estudiante aseguró que el sistema también puede detectar cuando hay una persona en el suelo, por lo que puede dar aviso y contactarse con una ambulancia o con la Policía para que ellos comprueben si se trata de un accidente de tránsito o la presencia de una persona desvanecida, entre otras posibilidades.

Si bien el prototipo le permitió graduarse en la carrera, Esteban detalló que aún falta hacer algunos ajustes para convertirlo en un sistema con aplicación local, sobre todo en cuanto a la disminución de potenciales riesgos y un análisis financiero que permita acceder a los componentes con gastos ordenados.

"Se necesita financiación para comprar algunos componentes que harían más robusto el sistema", dijo y agregó: "Los beneficios de implementarlo serían enormes. Estaríamos trayendo a nuestra región una tecnología que tardaríamos mucho en tenerla en nuestros mercados internos".

"En el análisis financiero se contactó a una empresa de México que ofreció un presupuesto en dólares con los costos de un controlador tradicional. Su producto valía 3216 dólares. OCTIA podría tener un valor mucho menor, dependiendo de muchas variables. Una de ellas son los permisos de importación", dijo el joven neuquino. Aunque aclaró que los componentes tienen un costo de 800 dólares, también hace falta pagar los tributos para la importación y los pasos para obtener certificaciones de calidad y seguridad.

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 Un proyecto de ordenanza en Neuquén capital

Preocupado por la misma problemática en la ciudad de Neuquén, el concejal capitalino Camilo Echevarría presentó un proyecto de ordenanza que apunta a agilizar el flujo vehicular a través de un sistema de coordinación inteligente de los semáforos. Su propuesta apunta a dar un paso más allá de la conocida "onda verde", que busca a optimizar el tránsito de los vehículos por las principales arterias de la ciudad.

“Actualmente los semáforos de la ciudad de Neuquén funcionan con un mecanismo mecánico, configuración manual, semáforo a semáforo, lo cual lo hace más dificultoso. Con este proyecto se busca tener coordinado todos los semáforos de la ciudad, agilizar el tránsito, reducir el tiempo, y mejorar el tránsito para todos los vecinos de la ciudad”, aseguró el autor de esta iniciativa.

LM

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