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¿Qué significa "Memento mori"?

Te explicamos qué significa "memento mori" y en qué tipos de obra de arte se utilizaba en la Edad Media.

ACTUALIDAD - CULTURA22/05/2023NeuquenNewsNeuquenNews
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El arte fúnebre medieval incluía la frase "memento mori" y terminó adquiriendo ese nombre.

Memento mori es una frase o locución latina que se traduce al español como “recuerda que morirás” o “recuerda que eres mortal”, y cuyo origen histórico es incierto.

Se piensa que fue utilizada en la Antigua Roma para recordarles a los generales romanos victoriosos que no eran más que humanos, e impedirles así incurrir en la soberbia. Sin embargo, en los escritos del padre de la Iglesia Tertuliano (c. 160-c.220), se afirma que la frase en cuestión era “Respice post te! Hominem te esse memento!” (“¡Mira tras de ti! ¡Recuerda que eres [apenas] un hombre!”).

Sea cual sea su origen, esta frase se utilizó ampliamente en el Medioevo cristiano, como un recordatorio de la fugacidad de la vida, en estatuas, obras de arte y objetos que representaban la muerte, especialmente en sepulcros y cementerios, junto con las frases Hora fugit (“La hora corre”) o Tempus fugit (“El tiempo vuela”).

De hecho, entre 1300 y 1600, el arte fúnebre en Europa produjo cuatro arquetipos principales de memento mori o monumento a la muerte:

La danza de la muerte, que mostraba a un conjunto de personas bailando con un esqueleto o al son de la música de un esqueleto, y que comparaba la brevedad de la vida con una pieza de baile. Utilizaba el esqueleto para mostrar que el fin de la vida es siempre el mismo: la muerte.

La victoria de la muerte, que mostraba a un esqueleto o a una figura encapuchada empuñando diferentes armas sobre la figura derrotada de un guerrero humano, o bien a un esqueleto conduciendo un carro de guerra romano tirado por animales. En ambos casos, se buscaba representar la victoria final de la muerte sobre todos los seres humanos sin importar lo fuertes o importantes que sean.

Los monumentos dobles, propios de monumentos fúnebres de la nobleza, que mostraban en el plano superior a la figura del difunto con sus vestimenta y atavíos reales, mientras que en la parte inferior mostraban el cuerpo en descomposición, haciendo alusión al carácter igualitario de la muerte, que alcanza por igual a nobles y a plebeyos.

El encuentro de los tres vivos y los tres muertos, tema recurrente en el arte medieval y presente en la mayoría de los Libros de las horas, en donde servían de ilustración a distintos rezos por el alma de los difuntos. Se trata de tres cazadores muy bien vestidos que salen de cacería y se encuentran o son atacados por tres cadáveres. Se interpreta como una alusión a la imposibilidad de escapar de la muerte: cada cazador consigue inevitablemente la suya.

Estas representaciones artísticas eran acompañadas en general por la inscripción memento mori, y fueron tan comunes que adquirieron en conjunto ese mismo nombre. A esta inscripción también se la puede encontrar en libros de rezos y educación religiosa, y en la actualidad se ha convertido en un motivo popular de tatuajes, grafitis y títulos de obras literarias o cinematográficas.

Sin embargo, su interpretación actual difiere de la que le dieron originalmente los romanos y los sacerdotes cristianos: se suele interpretar como un recordatorio de que cada momento debe vivirse al máximo o de que los placeres de la vida no deben resistirse, pues la existencia es corta y la muerte segura.

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