En Salta una carnicería contrató sólo a mujeres con carga familiar

En un gesto que desafía prejuicios y barreras laborales, Carnicerías Brunetti abrió durante el año pasado un local atendido exclusivamente por mujeres mayores de 40 años con carga familiar. Si bien la noticia no es nueva, este tipo de iniciativas merece ser destacada por su impacto social y cultural, abriendo camino hacia un mercado más inclusivo.

ACTUALIDAD04/01/2025NeuquenNewsNeuquenNews
Carniceria Brunetti

En el corazón de Salta, un emprendimiento rompió con los paradigmas tradicionales del mercado laboral. Carnicerías Brunetti, ubicada en Camino a Atocha, km 4, se convirtió en símbolo de esperanza al emplear exclusivamente a madres con carga familiar.

Actualmente, unas 40 mujeres salteñas encuentran en esta carnicería no solo una fuente de ingreso, sino también un espacio donde sus habilidades y dedicación son valoradas.

Un Proyecto con propósito

Franco Brunetti, el emprendedor de este proyecto desde hace 42 años, recordó que hace 50 años que está en la industria cárnica, y destacó que “siempre el trabajo más delicado para la exportación lo realizaron las chicas”, refiriéndose a los cortes de exportación que se realizan en las zonas de venta al exterior de nuestro país.

“Esa experiencia la traemos a Salta. Las mujeres son más atentas, más delicadas, más higiénicas, más serviciales”, expresó Franco Brunetti, denominando el proyecto como un proyecto cultural.

La idea surgió de Leandro Brunetti y su padre, quienes decidieron abordar una realidad palpable: la dificultad que enfrentan las mujeres mayores de 40 años, especialmente aquellas con hijos, para insertarse en el mundo laboral. Así, la convocatoria para los puestos tuvo un único requisito: ser mujer, tener mas de 40 años y tener carga familiar.

 El impacto fue inmediato. En cuestión de minutos, la carnicería recibió decenas de currículums, reflejando la alta demanda de empleo en este sector de la población. Esta respuesta evidenció una necesidad latente de políticas y acciones concretas que promuevan la inclusión laboral de quienes, a menudo, enfrentan barreras sociales y económicas.

Más que un empleo, una segunda oportunidad

Las trabajadoras de Carnicerías Brunetti no solo encontraron un sustento económico, sino también un entorno laboral que valora sus capacidades y respeta sus responsabilidades como madres. Para muchas de ellas, esta oportunidad significó recuperar la confianza en sí mismas y demostrar que la maternidad no es un obstáculo, sino una fortaleza.

La solidaridad se ha convertido en uno de los pilares de este equipo, demostrando que la inclusión laboral también puede ser un motor para el fortalecimiento comunitario.

Un Modelo para Replicar

La historia de Carnicerías Brunetti invita a reflexionar sobre el rol que pueden jugar las empresas en la construcción de una sociedad más equitativa. Apostar por la inclusión no solo beneficia a quienes reciben la oportunidad, sino que también enriquece a las organizaciones, dotándolas de diversidad y compromiso.

Este modelo podría replicarse en otras ciudades y rubros, desafiando las barreras estructurales que limitan el acceso al empleo formal para sectores vulnerables. Al reconocer el valor de las mujeres con carga familiar, no solo se combate la desigualdad, sino que se impulsa el crecimiento económico y social.

La experiencia de Carnicerías Brunetti es un recordatorio de que el cambio social empieza con pequeñas acciones. Apostar por las madres como eje de inclusión laboral no es solo un acto de justicia, sino también una estrategia inteligente. Mientras estas mujeres levantan cuchillos y básculas, también están cortando cadenas de exclusión y abriendo puertas para las generaciones futuras.

Que este ejemplo inspire a más empresas a ver en la diversidad no un desafío, sino una oportunidad de crecimiento compartido.

Fuente: concriteriosalta

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