Chile: la derecha venció al oficialismo y dictará la nueva Constitución

La ultraderecha de Kast y la más moderada sumaron 34 de los 51 consejeros que redactarán el nuevo texto constitucional

INTERNACIONALES 09 de mayo de 2023 NeuquenNews NeuquenNews
Partido republicano

La derecha chilena logró un amplio triunfo en la elección de consejeros constitucionales y controlará la redacción de la nueva carta magna, un proceso que surgió inicialmente de sectores de izquierda y progresistas pero ahora estará en manos de aquellos que en su mayoría no querían cambiar la Constitución heredada de la dictadura de Augusto Pinochet.

La derecha y extrema derecha consiguieron un 56,99% de los votos en las elecciones del domingo en Chile, por lo que tendrán 34 de las 51 bancas que conformarán el Consejo Constitucional, el órgano que se encargará de escribir la Constitución que reemplazará a la elaborada durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).

La izquierda y centroizquierda sumaron el 37,5% de los votos, consiguiendo 16 consejeros constitucionales, lo que significa una nueva derrota para el presidente Gabriel Boric luego del rechazo, en 2022, a la Constitución escrita por la anterior Convención Constituyente, nacida a partir del estallido de octubre de 2019 en exigencia de un nuevo modelo social.

La izquierda no alcanzó el número clave de 21 consejeros, que le hubiese dado poder de veto.

Nada inesperado

Para el diario La Tercera, ”el aplastante triunfo de la derecha populista radical no debe ser inesperado ni sorprendente. El Partido Republicano, así como sus socios en España (Vox), Brasil (Bolsonaro) o Hungría (Orbán) ha sido eficiente en influir en el discurso político en aquellos temas donde es más fuerte: seguridad e inmigración”. El medio chileno agrega que “montados en ese triunfo discursivo que tiene al gobierno bailando a su ritmo en estos temas, logran convertirse en la principal fuerza política de este segundo proceso constituyente. Los votantes les han entregado a los defensores de la Constitución de Pinochet, la llave para cambiarla o profundizarla”.

Una de las preguntas clásicas ante el surgimiento de la ultraderecha en democracia es por qué alguien estaría dispuesto a votar por ellos. Desde el fantasma del fascismo y el nazismo en Europa, a las dictaduras militares en América Latina, pareciera sorprendente que sus herederos políticos tengan tanto apoyo. “Sobre todo si consideramos que han sido consistentes en mostrar poco apego a las normas de la democracia liberal, las mismas que protegen a las minorías y al Estado de Derecho. Pero la evidencia también muestra que han logrado entablar una conexión exitosa con la ciudadanía en base a explotar la brecha entre las expectativas y los resultados de la democracia”, afirma La Tercera.

Diversos estudios han mostrado que quienes votan por estas opciones no están ni menos informados ni menos interesados en política que quienes buscan alternativas no populistas. Es más, suelen tener un aprecio alto por la democracia, pero también una creciente desazón por cómo ésta funciona. Esto es cierto, tanto en Europa como en América Latina.

Así como los líderes de la derecha radical comparten elementos comunes, también lo tienen sus votantes. La experiencia democrática, o más bien la frustración con ella, parece ser el combustible de la derecha populista radical.

La agenda cambió

Consultada por la agencia Télam, Nerea Palma, académica de la Facultad de Ciencias Sociales e Historia de la Universidad Diego Portales (UDP), dijo que el triunfo de la derecha, y principalmente el Partido Republicano puede explicarse en que, con gran oportunismo, supo “manejar la agenda actual” de Chile, dominada por el combate a la inseguridad y la inmigración ilegal. En otras palabras, en pocos años cambió drásticamente la agenda pública, pasando del reclamo de cambio social al de la seguridad y el control de la inmigración.

En declaraciones a Télam, la profesora agregó que “la ciudadanía tiene una fatiga con la política tradicional”, que vio en el Republicano un partido político fuera de estos “tradicionales”, a pesar de que gran parte de sus miembros provienen de la Unión Demócrata Independiente (UDI).

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La victoria de la izquierda con Boric en 2021 quedó atrás, y en la nueva agenda domina el reclamo de seguridad

Respecto a la derrota electoral del gobierno de Boric, asumido en marzo de 2022, Palma dijo que se explicaba en que Chile “quien gana una elección pierde rápidamente en popularidad”, porque “las demandas ciudadanas que explotaron en el estallido social de 2019 aún no han sido resueltas”. El anterior caso es el del ex presidente Sebastián Piñera, quien terminó su presidencia con índices bajísimos de popularidad. “Por ende, esta acumulación de demandas le esta pasando la cuenta al gobierno” de Boric, además del antes mencionado cambio en la agenda que no ha sabido responder el oficialismo.

Los resultados del domingo abren un nuevo escenario político de cara a la redacción de una nueva Constitución, además de cambiar el “peso” y “respaldo” que tiene el gobierno en sus años restantes al frente del país, hasta 2026.

Marcelo Mella, politólogo de la Universidad de Santiago de Chile, dijo que los resultados tenían “dos niveles de lectura”. Por un lado, que los resultados apuntan a que la derecha tendrá una mayor incidencia en la redacción de la Constitución y mayor capacidad de imprimirle su “determinado sello ideológico”, dijo Mella. Y, por otro lado, que los resultados “son el punto de partida de la próxima elección presidencial y parlamentaria”, lo que genera cambios en el apoyo y relevancia de los partidos más tradicionales chilenos.

Conversación obligada

Mella dijo que el éxito del Partido Republicano “claramente obliga a una conversación con Chile Vamos”, que representa a la derecha liberal moderada, en términos de construir “un camino” de colaboración de cara a las próximas presidenciales.

Asimismo, Nerea Palma dijo creer que con estos resultados “van a dar pie para que republicanos lidere a la oposición chilena” de cara a elecciones futuras, tomando un rol principal que la derecha tradicional no le ha querido dar en comicios anteriores.

De todos modos, aunque hoy la derecha chilena puede “escribir la Constitución”, el texto debe someterse a un plebiscito que permitirá un último juicio de la ciudadanía al trabajo hecho por los consejeros constitucionales, recordó la académica.

“Para no repetir la historia del 4 de septiembre del plebiscito de salida del primer proceso constituyente, la derecha tendrá que ser capaz de tener una conversación un poco más amplia que sólo entre los bloques políticos de republicanos y Chile Vamos”, dijo Mella.

En esa línea, el politólogo remarcó que, de ocurrir lo contrario, “muy probablemente va a existir una crítica de carácter partidista a la Constitución, como existió en el caso del primer proceso, cuando fue escrita y el proceso liderado por los sectores de apruebo dignidad y socialismo democrático, los dos sectores progresistas”.

Camino diferente

La sombra y experiencia del proceso anterior “obliga a la derecha” a buscar un camino diferente al del progresismo, que terminó con la aplastante derrota en el plebiscito del año pasado, cuando el 61% de los chilenos rechazaron la carta magna redactada por la Convención Constitucional.

En cuando a la izquierda chilena, el politólogo afirmó que los resultados reflejan “muy claramente el desplome de los partidos vinculados a la Concertación, el Partido Demócrata Cristiano, el Partido Radical y el Partido por la Democracia”.

“Esto significa un gran problema (para el oficialismo) de cara a las próximas elecciones presidenciales”, como también para el gobierno de Boric, ya que ha perdido “peso político” en su mandato, agregó.

Antes de estas elecciones, el gobierno ya había tenido problemas para aprobar leyes y reformas que son sido indispensables para Boric, como la reforma tributaria, pilar fundamental para llevar adelante las reformas del gobierno. “Seguramente van a tener que gobernar sobre la base de las consecuencias de este resultado”, dice Mella.

“Lo anterior puede llevar a que, al tener que construir mayorías, reformas, ideas o leyes, el oficialismo se vayan moviendo en sus contenidos a la derecha debido a esta pérdida de respaldo en la opinión pública”, añadió el politólogo.

Fuente: lacapital.com.ar

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