
El gobierno de Javier Milei atraviesa su momento más crítico: enfrenta denuncias de corrupción, vínculos con redes financieras y de narcotráfico, y acusaciones de violaciones a los derechos humanos. Mientras el presidente defiende su plan de ajuste como “un sacrificio necesario”, crece la sensación de que el país avanza hacia una forma de autoritarismo económico donde la represión y los privilegios conviven bajo un mismo techo.





















