El hidrógeno verde se considera una cura milagrosa en la lucha contra el cambio climático. Pero la tecnología aún está en los albores. Además, se necesita mucha más electricidad verde de la que está disponible actualmente para producir el gas ecológico.

El hidrógeno todavía se sigue produciendo casi exclusivamente a partir del gas natural, emitiendo gas de efecto invernadero dióxido de carbono. El hidrógeno verde, en cambio, es limpio. Se produce con electricidad verde a partir de agua. Este principio es conocido desde hace tiempo.

En las instalaciones del Centro Aeroespacial Alemán de Jülich, bajo el mayor sol artificial del mundo, los científicos trabajan en la producción de hidrógeno sin electricidad, utilizando únicamente la luz. Si el proyecto tiene éxito, el valioso gas podría producirse pronto en masa en los países dónde el sol abunda.

El hidrógeno ya se utiliza como fuente de energía en autobuses, trenes, coches y pronto también en aviones. El gas también propulsa cohetes, e incluso los submarinos alemanes. Ahora los constructores de aviones, los productores de acero y los fabricantes de camiones se están preparando para realizar inversiones millonarias. Especulan con un auge del hidrógeno y un futuro sin impacto para el clima.

Sin embargo, hay voces críticas que advierten que se podrían desperdiciar miles de millones en iniciativas erróneas.